El bloque plurifamiliar se organiza en un volumen de 6 y 7 plantas con una planta sótano. Este volumen residencial se concentra en dos tercios de la parcela, liberando la esquina sur donde se sitúan la piscina y zonas comunes en planta primera. Del mismo modo, se libera la planta baja casi en su totalidad para la conexión y transparencia visual entre la avenida y la zona libre situada al oeste de la parcela. Como resultado se crea un gran pasaje con espacios de circulación y estancia donde más del 50% de este espacio libre se trata con espacios verdes ajardinados.
La volumetría del edificio pretende crear un ritmo de volúmenes y minimizar el impacto visual de la pantalla edificatoria que podría producirse con un volumen rígido que reproduce la parcela y la ordenanza prevista, por lo que se ha procedido a hacer cambios de planos en ambas fachadas principales, a la vez que se crea una apariencia reticular jugando con varios tonos.