El proyecto tiene como punto de partida dos condicionantes claves: la topografía del lugar y el hecho que no se debía incidir negativamente en las vistas de las parcelas anexas, ubicadas al otro lado del vial. En cuanto al tratamiento de la topografía, la parcela se organiza en tres plataformas en pro de favorecer las vistas de las viviendas. En la parte superior, en la primera plataforma, se ubican cinco bloques paralelos al vial de acceso. En una segunda plataforma, se ubican dos bloques y las zonas comunes de piscina y deportivo. Por último, en la parte inferior, se agrupan once viviendas unifamiliares adosadas.
La dotación de aparcamientos y trasteros se resuelve bajo rasante, al igual que un gimnasio y un coworking de uso comunitario para todos los usuarios. En cuanto a distribución interior de las viviendas, se concibe una amplia zona de día diáfana vinculada con espacios exteriores. Las 108 viviendas se resuelven de dos y tres dormitorios, con amplias terrazas, bajos con jardín y áticos con solárium.