El proyecto arquitectónico se ha gestado a partir de un análisis exhaustivo de la topografía y de las vistas del terreno. La suavidad de la topografía, con una diferencia de cota de 5 metros de noroeste a sureste, permite una integración armoniosa mediante terrazas en la mitad superior, mientras que en la zona inferior se acentúa el desnivel. La posición elevada proporciona vistas panorámicas de 360º, aprovechadas para crear viviendas con perspectivas hacia la costa y la sierra de Casares. La orientación de bloques y diseño de viviendas se configuran para potenciar estas vistas, creando una propuesta diferenciadora.
El objetivo es concebir una imagen cohesiva y atractiva que dialogue armónicamente con el entorno.
Se destaca la creación de áreas de movimiento hacia la costa y la sierra, generando un espacio sin edificación al sur para zonas comunes. El acceso principal, desde la zona elevada, establece un eje norte-sur conectando áreas clave. La ubicación estratégica de aparcamientos en sótano busca la proximidad a la conexión con el viario exterior optimiza costos, de manera que se favorezca la circulación peatonal por toda la urbanización. Se diseñan dos áreas principales con zonas comunes conectadas por un paseo con vegetación exótica. La urbanización se enfoca en maximizar las zonas verdes, incorporando dos áreas de piscina y un club-gimnasio vinculado a la principal, junto con aseos y puestos de control en los accesos.