Este proyecto nace con el objetivo de salvaguardar el patrimonio arquitectónico y etnológico de las Bodegas Góngora. La intervención en un conjunto catalogado como BIC y, por tanto, supeditado a la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, requiere de estrategias marcadas por el respeto, el equilibrio y el diálogo con el patrimonio arquitectónico existente.
En una primera fase, se extraen del interior del conjunto los espacios de producción más contaminantes, manteniendo en el interior solo los espacios originarios de almacenamiento por bocoyes y el lagar. El nuevo edificio industrial se implanta asegurando los flujos de producción con las naves de bodega y vinculado a los espacios exteriores del jardín. Su imagen se proyecta mediante colores claros y una piel vegetal que mimetiza el edificio con los jardines, una piel viva que irá cambiando a lo largo del tiempo y las estaciones del año. El nuevo edificio se ubica estratégicamente en un cuidado segundo plano frente a la preeminencia de la edificación original de la Bodega. De esta forma se logra la convivencia entre la tradición de la Bodega y su adaptación tecnológica adecuada a las demandas del mercado.