En el barrio sevillano de San Bernardo surge el residencial Casa Forestier, una obra cuyo nombre rinde homenaje al legado del arquitecto y paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier, quien intervino áreas como el Parque María Luisa o la Avenida de la Palmera.
Comprendiendo su contexto, en el borde del casco histórico y cerca de monumentos como la Plaza de España, el proyecto se inspira en el carácter de los patios tradicionales del distrito. Por ello, la distribución del edificio se asemeja más a una casa que a un bloque convencional, centrando sus espacios comunes alrededor de un jardín interior, diseñado como un espacio comunitario y social que busca reflejar la idiosincrasia de San Bernardo.
Desde su concepción, Casa Forestier se proyecta como una contribución arquitectónica de calidad, que busca dejar una huella positiva en el entorno, forjando una nueva identidad en el contexto urbano.
Alrededor del jardín interior se distribuyen un total de 87 viviendas amplias con capacidades que van desde los tres a los cinco dormitorios. Estas viviendas plurifamiliares de doble crujía ofrecen flexibilidad en la distribución y acabados, promoviendo la convivencia entre la naturaleza y el diseño desde el inicio de la ejecución.
El edificio presenta una imagen exterior dinámica y cambiante, resuelta mediante un sistema de fachada ventilada, paneles composite y revestimientos de piezas cerámicas extrusionadas que proporcionan un aspecto distintivo que varía a lo largo del día según la posición del sol. Su fachada escalonada refleja la transición entre distintos paisajes urbanos de su entorno, mientras que la cercanía a las estaciones de transporte público añade atractivo al producto final.