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El proyecto se sitúa en el extremo norte del núcleo de Lepe, dentro de un área de expansión residencial del casco urbano. La construcción acoge en su programa pistas al aire libre con vestuarios y estacionamiento, destacando la piscina cubierta polivalente, un paralelepípedo de ladrillo y hormigón que actúa como punto focal del complejo.
El volumen, cerrado sobre sí mismo, establece las relaciones con el exterior a través de dos mecanismos: uno vertical, con dos patios interiores tallados, y otro horizontal, mediante huecos profundos en ambos extremos. La piscina, ligeramente excavada, ocupa el sótano y la planta baja, con acceso desde el costado occidental. El vestíbulo, conectado visualmente con el patio central, articula las circulaciones en dos zonas: una para nadadores, como son los vestuarios y la piscina propiamente dicho, y otra para el público general, desde la cual se disfrutan las mejores vistas hacia el paisaje exterior.
La nave principal cuenta con una secuencia de lucernarios que proporcionan iluminación natural a lo largo del día y convierten al edificio en un faro durante la noche. Desde el agua, se puede disfrutar del paisaje exterior a través del amplio ventanal al sur y de un hueco recortado en la pared norte, ofreciendo vistas a las copas de los árboles que enmarcan el patio central.
El espacio de la piscina está cubierto por un sistema de vigas cajón pretensadas de hormigón armado, mientras que el resto del volumen se sostiene mediante una estructura mixta de vigas y pilares ocultos de hormigón y perfiles metálicos en puntos específicos que se integran como parte de la carpintería. La planta baja y entreplanta se resuelven con forjados unidireccionales de viguetas autoportantes, excepto en los vuelos, el pasillo de acceso a las piscinas y la cubierta bajo el ventanal sur, donde se han empleado losas de hormigón armado visto en las caras inferiores.